En su trabajo diario, los farmacéuticos deben generar y gestionar un gran número de documentos. Para garantizar un control de la calidad, es necesario que se puedan agrupar estos documentos y realizar búsquedas en ellos.
La preocupación por no entender la posología de una receta médica hace que los pacientes pregunten o pidan consejo a los farmacéuticos, sobre todo si sufren de problemas crónicos y deben tomar distintas medicaciones. En este contexto, lo primero que debe hacer el farmacéutico es escuchar al paciente y analizar toda la medicación que toma (posología, interacciones, duración del tratamiento...) para garantizar que se siguen las instrucciones del facultativo.
A la hora de comunicarse con el paciente, el farmacéutico usa una serie de informaciones, como certificados de reintegro, cartas del médico, datos de presión arterial o cambios en la medicación del paciente para hacer un seguimiento de la enfermedad y tener un historial de medicación detallado. Este plan evolutivo es el pilar sobre el que se sustenta la monitorización farmacéutica tanto para el paciente como para el farmacéutico. Desde la perspectiva del paciente, permite seguir su tratamiento con detalle (y recordarlo). Y por lo que respecta al farmacéutico, permite reducir el efecto de un tratamiento mal administrado. También es una herramienta que facilita los intercambios de información sobre la medicación entre el paciente y otros profesionales de la salud (doctor de cabecera, especialistas, hospital, etc.). Este diagrama muestra la hora en la que se deben realizar las tomas (antes, durante o después de las comidas), la duración del tratamiento, la frecuencia diaria, la posología, la necesidad de dejar de tomar un medicamento mientras se realiza otro tratamiento, etc. Normalmente se proporciona una copia junto con otros documentos al paciente durante la visita en que se decide administrarle un nuevo tratamiento.
El papel del farmacéutico es acompañar al paciente y garantizar que se realice un seguimiento de los medicamentos que toma. El paciente y el farmacéutico quieren llevar un control del patrón de administración, el primero para recordarlo y seguirlo correctamente, y el segundo para consultarlo, añadir comentarios o modificarlo en caso de que aparezcan efectos secundarios, o si se incorpora un nuevo medicamento al tratamiento.
Así pues, las recetas, certificados de reintegro, cartas del médico, datos de presión arterial, cambios en la medicación del paciente, consejos y observaciones son documentos que resulta útil añadir al historial del paciente. La posibilidad de escanear toda esta información directamente en el mostrador permite ahorrar mucho tiempo, pero sobre todo constituye una garantía de que se presta una atención farmacéutica de calidad y se mantiene un historial del paciente completo. Gracias a nuestros escáneres IRIScan, todos estos documentos se pueden guardar de forma automática y con gran facilidad en formato PDF para poder adjuntarlos al historial del paciente guardado en el sistema de gestión de la farmacia. ¡Ahorre tiempo y preste un servicio asistencial profesional para mejorar la salud de los pacientes!
En función del volumen de documentos que deba gestionar y del tamaño de la farmacia, el flujo de trabajo posterior al escaneado puede variar notablemente. Nuestra solución IRISPowerscan facilita la organización y clasificación inteligente de los documentos para recuperar la información con eficacia y poder almacenarla localmente, en la nube o en el sistema de gestión de documentos que utilice la farmacia. Contacte con nosotros para descubrir cómo ahorrar tiempo y optimizar la gestión de su farmacia.
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